Se trata de "Todo lo que trae un tren", que realizan Mona De Marco y Leo Rizzi. Pasó recientemente por un Festival de Teatro en Colombia.
“Cuando vi las producciones de Medellín y el campo teatral de allá, también valoré todo lo que hacemos en Mar del Plata. La diversidad y calidad de nuestro campo teatral que es enorme”. Esa fue una de las reflexiones del actor y director marplatense Leo Rizzi.
Con su obra de teatro musical “Todo lo que trae un tren”, Rizzi y la actriz Mona De Marco se presentaron recientemente en la ciudad de Medellín, Colombia, dentro de la edición número veinte de la Fiesta de las Artes Escénicas que organiza “Medellín en escena”.
“Fue una experiencia increíble en todo sentido -siguió-. No solo por la posibilidad de mostrar nuestro trabajo ante un público distinto, nuevo, sino también por la posibilidad de ver otras formas de organización y de pensar el teatro”.
Rizzi y De Marco junto al director de la sala Oficina Central de Sueños, Javier Jurado.
En ese sentido, contó que en la ciudad visitada abundan grupos de teatro consolidados “que manejan su sala y que pudieron sostenerse en el tiempo”.
Citó como ejemplo al grupo La Candelaria, tradicional elenco que “se fundó en los años 60 y sigue vigente”. Y agregó: “Cada grupo investiga, sostiene una estética y forma de trabajo con un director a la cabeza. Y así se sostienen económicamente, con ayudas de estamentos del Estado y privados”.
Las dos funciones de la pieza de teatro musical generó “muy buenas repercusiones”, dijo Rizzi. “Mostramos nuestro trabajo en Oficina Central de los Sueños, una sala que dirige Javier Jurado, el director de la Fiesta”.
“Fue una sorpresa y una alegría tener tanto público. Desde la organización nunca lo pensaron como un espectáculo para infancias. De hecho, todo el público fue adulto y estaban muy interesados por lo que hacemos. Es la primera vez que se selecciona un trabajo de teatro musical en la fiesta, fue muy innovador mostrar un trabajo de estas características”, indicó.
La comedia musical cuenta la historia de dos desconocidos que deben compartir un camarote durante un viaje en un tren de pasajeros. En el transcurso de este periplo, ellos aprenderán a convivir a pesar de ser muy distintos y podrán aprender el uno del otro.
Las canciones -todas de música popular e interpretadas en vivo- forman parte del relato, lo que permite que la historia avance e ilustre sobre todas las vicisitudes del viaje.
Para Rizzi, viajar con el teatro y encontrarse con un público diferente “amplía mucho la forma de pensar” y permite entablar comparaciones. “La obra interesó mucho y los caminos del teatro son impredecibles. Este espectáculo que empezó en la sala Laureti ya recorrió toda la provincia de Buenos Aires, llegamos a otras provincias y ahora a Colombia, donde hicimos nuestra función número 100. Nunca se sabe cuál puede ser la próxima estación del tren”, concluyó.